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"Una vez ahi, nos ponían en varias habitaciones. Con mis manos esposadas hacia atrás, ojos vendados, y sangrando en abundancia, una nueva ola de tortura empezaba. Después de media hora, me llevaron a una habitación en el último piso. Ahi me desvistieron totalmente, esposaron mis manos hacia atrás de nuevo, y comenzaban a echarme baldes de agua en el cuerpo. Después ponían alambres alrededor de mi cintura, torax y tobillos. Colgaron una cadena en las esposas que estaban en mis manos y la jalaron lo mas alto que pudieron sin dislocarlas. Estuve en esa posición, literalmente colgado a una distancia de 30 cms. del piso, por un periodo que no es posible de determinar en horas, solo en términos de dolor. Porque en el gran sufrimiento hecho por éste tipo de torturas, uno pierde noción del tiempo.
Después los verdugos aflojaban la cuerda, unos 20
centímetros, suficientes para hacerme tocar el piso con
dificultad y descanzar mis brazos - de hecho, cualquier
noción de descanzo era ficticia, ya que cuando lo
hacía, recibía shocks eléctricos- Es muy
difícil de expresar en palabras toda la agonía que
estos shocks producen. Creo que uno solo puede hacer una
caricatura trágica de lo que realmente fue.
Se pueden dar dos ejemplos para darse una idea; algunos de los
eventos físicos, y algunos de las sensaciones. En lo que a
físico se refiere, creo que hay dos maneras que demuestran
la extensión de la tortura:
(a) Después de la tortura, las plantas de los pies estaban
quemadas, y capas de piel gruesa se formaban, las cuales se
desprendían después. Obviamente, la piel estaba
quemada por los electro-shocks.
(b) Durante la aplicación de la electricidad, uno pierde
el control de los sentidos, ésta tortura, provoca
vómito permanente, una frecuente defecación, etc.
A lo que en sensaciones se refiere. la electricidad empieza a acumularse en el cuerpo. Todas las partes en donde los alambres estaban puestos daban la sensación de que eran arrancados del cuerpo. Aunque lo primero da la sensación de que estan siendo arrancados, son los pies, después le sigue la misma sensación a las piernas, testículos, tórax, etc.
Estas sesiones de tortura duraron cinco días, aumentando la intensidad cada vez. Durante los últimos días, repitieron todos los métodos antes mencionados, y además de eso, insertaron alambres en mi ano, testículos y pene. Estas prácticas fueron llevadas a cabo en un escenario diabólico; los verdugos, algunos tomando, otros riendo, pegando e insultando, tratando de que confesara nombres de Uruguayos vivendo en Argentina que se oponían al régimen que gobernaba a mi país en esos momentos.
Me percaté de que Oficiales de la Armada de Uruguay participaban directamente en las sesiones de interrogación y tortura. Algunos decían que pertenecían a un grupo llamado OCOA (Organización de Coordinación y Operación Anti-Subversiva)"
secuestrado a las 10 de la noche en el Almagro,
Provincia de Buenos Aires, el 13 de Julio de 1976.
[File no. 7412.]
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